Natalia y Paola, son Constructoras Civiles y Jefas de Obra en Constructora MNB. A puro pulso se han ganado un espacio en un rubro que por mucho tiempo ha sido netamente masculino. Para ellas, lo más importante es el trabajo en equipo y respetar la opinión de cada colaborador, pero teniendo en cuenta que las decisiones finales pasan por ellas.
Son mujeres de carácter fuerte y gran liderazgo, dos características muy necesarias para coordinar equipos de trabajo. Principalmente, porque deben lidiar con el mal genio de algunos y ganarse el respeto de sus colaboradores. “En el tiempo que llevo en el rubro he tenido muy buenas experiencias en terreno y me resulta fácil trabajar con hombres, el respeto es mayor cuando ven a una mujer con casco blanco”, asegura Natalia.
El trabajo en obra también ha evolucionado y ha sido un aprendizaje mutuo, ya que sin cordialidad y respeto profesional no es posible trabajar. “Siempre que llego a una obra, existe una cordialidad de mi parte hacia todo el personal, desde el portero hasta la línea de mando mayor. Tener buenas relaciones interpersonales con mis pares y colaboradores. Además, para la Constructora MNB es fundamental mantener una buena comunicación con su equipo, ya que eso garantiza el éxito de los proyectos en desarrollo”, comenta Paola.
Incluso, hay un tema cultural y muy controversial que ha gatillado un cambio estructural en la forma de relacionarse dentro de una obra y que tiene que ver con el acoso callejero. La introducción de la mujer al área de la construcción significó aprender a tratarse con educación “hoy en día somos muy respetadas y ya no se ven los piropos en una obra. Aprendieron que a nosotras nos molesta esa mala práctica y que por lo demás, tiene cero resultados. No hay nada más halagador para una mujer, que sentirse apreciada en el trabajo”, agrega Natalia.
Ambas Constructoras Civiles coinciden en que es un rubro que está en constante actualización, cada día surgen nuevas tecnologías, materiales y técnicas en construcción. Por eso, deben ser muy metódicas y ordenadas, para ir a la par de sus compañeros y de esta forma ir ganando cada vez más espacios donde desarrollar sus capacidades.
Aun así, piensan que falta mucho para lograr una mayor inclusión femenina, ya que para las mujeres existen más trabas familiares y sociales. “Es importante reconocer que el rol de mujer es distinto, porque tiene mayor sobrecarga laboral y desigualdad social como en los planes de salud. Siento que el Estado avala esas injusticias y mientras no se quiera mejorar, solo podemos empoderarnos con conocimiento, confianza y mucho esfuerzo, afirma Paola. Concluyen, que el rubro de la construcción es un campo para todos y no tienen nada que ver con un tema de género. Además, es un trabajo muy entretenido, ya que siempre están haciendo cosas diferentes. Por ejemplo, pueden escoger entre ir a terreno o laborar en la oficina, también da la flexibilidad de desempeñarse como profesional independiente o dependiente. Solo hace falta motivación y un poco de rudeza, para enfrentar los desafíos laborales se enfrentan día a día.